(Espacio Apícola, 27 de junio de 2022) La presencia de antibióticos en la miel es un síntoma de una carencia en la aplicación de
Buenas Prácticas de Manufactura, que para nuestra actividad específica denominamos
Buenas Prácticas Apícolas.
La Administración de Alimentos y Drogas de los
Estados Unidos (
FDA) publica frecuentemente alertas de distintos eventos irregulares en la importación de alimentos, entre ellos la aparición de antibióticos prohibidos en miel, lo que constituye una ayuda muy importante para valorar precisamente la aplicación de esas
Buenas Prácticas Apícolas de los países que exportan miel al principal comprador global de este producto.
En la
Argentina el caso paradigmático fue la aparición de nitrofuranos en miel en el año 2003. Fue un golpe muy grande para la
Apicultura Argentina, económica, anímica y técnicamente hablando pues, ciertos productos de uso común en el comienzo de la temporada apícola, usados más que nada para estabilizar y purgar las colmenas en el período de desarrollo de cría previo a la temporada, contenían este principio activo cuyo uso veterinario estaba prohibido desde hacía ya unos años. Después de aquel año, no recordamos incidentes gravitantes de este tipo para nuestra apicultura pero, además, la
Apicultura Argentina dio un paso más en la comprensión de la problemática nutricional de las abejas superando ese uso profiláctico de ciertos productos que contenían antibióticos.
La presencia de antibióticos en las mieles importadas por
Estados Unidos sigue siendo noticia aun, particularmente de embarques provenientes de
Asia.
Contemporáneos a los nitrofuranos, en
Asia prevaleció el cloranfenicol, ambos antibióticos de primera generación, de muy amplio expectro e incluso riesgosos para la salud humana. Los últimos reportes activos de cloranfenicol datan de
China,
India,
Malasia,
México,
Moldavia,
Perú,
Rusia,
Tailandia y
Vietnam en 2014,
Armenia en 2016 y
Ucrania en 2018 lo que despertó serias sospechas de triangulación de miel china en ese momento.
En este mes de junio de 2022 el ojo ha estado puesto sobre embarques de miel, provenientes de
Pakistan, con residuos de ciprofloxacin. Este principio antibiótico, apareció por primera vez en mieles importadas en los
Estados Unidos desde
Malasia,
Tailandia y
China en 2009 y se lo valora junto con el enrofloxacin pues también es producto de la metabolización de éste. Volvió a aparecer en mieles chinas y de
Hong Kong en 2013 y 2014, luego en
India y
Egipto en 2017 y 2018. El pasado 23 de junio de 2022 vuelve a aparecer el ciprofloxacin, pero ahora en mieles provenientes de
Pakistan.
Además de indicarnos el grado de avance en la aplicación de las
Buenas Prácticas Apícolas estas secuencias nos insinúan otras posibles irregularidades a comprobar.
Lo más importante es descartar el uso de cualquier antibiótico en las colmenas. No hacer tratamientos con drogas de síntesis si el período de carencia del producto se solapa con el flujo de néctar o con alzas melarias ya dispuestas sobre las cámaras de cría y no cosechar la miel de las cámaras de cría tratadas, usando estos panales sólo para la conformación de núcleos o como reserva.
Fuente de datos: Alerta de importaciones FDA 36-04 del 23 de junio de 2022.