Revista de Apicultura del Centro del País

(Espacio Apícola, 25 de noviembre de 2022) En la nota final de su disertación doctoral ante la Universidad de California en San Diego, Daniela Zárate se preguntó si debiera cambiarse el nombre de abejas africanizadas y dijo:

"Si bien el término abeja "africanizada" se ha vuelto común, este epíteto quizá deba revisarse. El adjetivo "africanizado" es frustrantemente amplio y no refleja con precisión la diversidad de linajes geográficos que abarca la mezcla de una abeja de los continentes americanos. Además, existen más de una docena de subespecies de abejas melíferas africanas que exhiben una amplia gama de rasgos de comportamiento y de historia de vida distintos de los de la subespecie A. m. scutellata de donde se originó el término "Abeja Africanizada" (AHB, por su nombre en inglés).

En marcado contraste con la elevada actitud defensiva de A. m. scutellata y AHB, algunas subespecies africanas son conocidas por sus caracteres suaves (p. ej., Apis mellifera monticola, la abeja melífera de las tierras altas de Etiopía), por lo que el término africanizado puede dar lugar a generalizaciones problemáticas con respecto al clado más grande de abejas africanas (Avalos et al., 2017). ; Ruttner, 1988). De hecho, se puede argumentar que el uso del término africanizado refleja una conciencia cultural occidental más amplia que percibe al continente africano como una entidad monolítica y asocia características negativas (por ejemplo, agresión, violencia, alteridad) con la identidad africana (Schwalbe et al., 2000; Welch, 2007). Por lo tanto, el término "africanizado" es ofensivo para muchas personas y debemos alejarnos de su uso porque resuena con un doble sentido, humano racista. Considerando esto, algunos investigadores han comenzado a alejarse de la etiqueta "africanizada" a una de mayor especificidad filogenética: "híbrido de scutellata" (Calfee et al., 2020). Esta discusión plantea preguntas valiosas sobre el uso del lenguaje en el discurso científico y cómo nuestro lenguaje debe evolucionar para reflejar el crecimiento en las esferas científica y cultural. A medida que continuamos aprendiendo más sobre estos híbridos, un nuevo nombre podría contrarrestar los estereotipos evocados por el término "africanizado" y aumentar la aceptación del uso de las características beneficiosas de estas abejas para fortalecer la apicultura y la agricultura de California".
(Zarate, D. (2022). Genomic Admixture and Nest Defense Behavior in the Africanized Honey Bee of the American Continents (Doctoral dissertation, UNIVERSITY OF CALIFORNIA SAN DIEGO)

Además del valor cultural de esta intervención, la nota llega a la Argentina en momentos en que en algunos trabajos se confunde el sentido que tiene el término "africanización". Como la nota lo señala, abeja africanizada hace referencia exclusivamente a los híbridos que se formaron a partir de la dispersión, o en el caso del norte argentino una agresiva invasión, de híbridos de abejas europeas con Apis mellifera scutellata en todo el continente Americano y no involucra a la especie africana Apis mellifera intermissa que habría sido traída al continente por los españoles junto a la abeja oscura europea (Apis mellifera mellifera) y la abeja ibérica (Apis mellifera iberiensis), híbrido de europea con intermissa y que al menos se encuentra en Argentina y Chile y muy probablemente en el resto del continente que haya tenido presencia portuguesa o española.

En la foto (Espacio Apícola nº 50 - febrero de 2002), unas pocas abejas de Apis mellifera scutellata (amarillas) claudicando ante la invasión de Apis mellifera capensis (negrita y más chica aun) en un nuclero frente a la casa del apicultor Dirk de Klerk, en Pretoria, Sudáfrica muy cerca de donde Warwick Kerr habría tomado las abejas reinas, que por años se creyó que eran A.m. adansoni y que finalmente se identificaron como A.m. scutellata y que trajo a Brasil a fines de los años de 1950.