(Córdoba, 28 de septiembre de 2018) La salida del otoño 2018 tuvo una señal de alerta signifcativa con una fumigación paradigmática en la zona próxima a Villa Dolores, Córdoba, a la que nos referimos en nuestra edición anterior donde se perdieron más de 900 colmenas. El episodio fue seguido por otros en el sudoeste bonaerense.
En el arranque de esta temporada se difundieron pública y simultáneamente eventos de similar naturaleza en el este de las provincias de Córdoba y Entre Ríos, por referentes de primera mano vinculados a esta editorial. En ningún caso se pudo determinar cuál fue la causa de la mortandad, apenas una idea estimativa de cuáles habrían sido los campos fumigados pero sin conocer los principios activos utilizados. En casi todos los casos se mencionan a insecticidas potentes como el Clap, cuyo principio activo es el fipronil, y en otros casos se habló de chlorpyriphos; estimaciones que no tienen valor sin un análisis que lo respalde o la constatación de la fumigación en flagrancia. No sería la primera vez que se presume el uso de esas sustancias mientras qué, en el único caso hasta ahora demostrado en Argentina por Espacio Apícola, nosotros llegamos a determinar la sinergia de distintos principios activos, gracias a una batería de 250 análisis realizados en Berlín en Enero de 2011 (Espacio Apícola 96).
Aún cuando el SENASA intervino en el primer episodio mencionado de marzo de este año, tomando muestras para analizar y prometiendo al entonces Inspector Sanitario Apícola de la zona el envío del informe correspondiente, en septiembre ese informe no había sido enviado y sólo hubo una comunicación verbal en la que el responsable de Sanidad Apícola del SENASA le dijo al referente local que
"se habría tratado de Clap pero que, además las abejas tenían altísimos porcentajes de varroa y que esa podía ser causa de la mortandad"... Un apicultor, más aún un responsable de sanidad sabe, que toda la Varroa que estaba en las celdas de cría se fue a las pocas abejas que sobrevivieron a la fumigación; ergo los porcentajes de varroa hallados en el puñado de abejas que sobrevivieron en las colmenas después de la mortandad por fumigación son irrelevantes y hasta parece capsiosa la medida de evaluar varroa en esas circunstancias.
Este escenario no parece que se vaya a revertir en un futuro próximo, menos aún considerando que el país parece seguir arrodillado ante la producción granaria, apostando al clima... y a un costo ambiental incalculable, para poder honrar las promesas de tasas de interés y los compromisos financieros asumidos. Las espectulaciones de nuestros gobernantes, presentes y pasados, nos recuerdan la fábula de la lechera que, tras haber ordeñado una vaca y volviendo contenta a su casa, proyectaba vender esa leche, comprar huevos, criar pollos cuando... distraida en sus "ilusiones" tropezó, derramó la leche y rompió el jarrón... El ambiente es ese jarrón que nuestras autoridades permanentemente sacrifican en haras de su incompetente sueño oportunista.
En esta edición ponemos a consideración los criterios de selección de abejas reinas que Ricardo Prieto maduró en sus 40 años de experiencia; las bondades de nuevas regiones apícolas que emergen en el país, como la provincia de Neuquén; una aproximación a las sales de litio como posible recurso para el control de la Varroa y un extracto que muestra por dónde se evalúa la real problemática sanitaria de las colmenas en otras latitudes.
¡Disfrute de su Espacio Apícola!
Fernando Luis Esteban
Director