(Córdoba, 25 de noviembre de 2022) Finalmente el
Congreso de Apimondia, que se iba a celebrar en
Ufa, en la
Federación Rusa, se celebró muy dignamente en
Estambul, la cosmopolita ciudad de
Türkiye. Faltó mucho del apoyo de las organizaciones locales, se notó una reducción en el número de empresas que auspician el Congreso, faltó el nivel de apoyo gubernamental que en otras ocasiones facilita la participación de miles de apicultores. El escenario de la guerra desatada por
Putin en
Ucrania, tan geográficamente cercana, sumado a la pospandemia por
COVID-19, disuadió a muchas empresas de participar en la feria y también a muchos posibles ponentes y visitantes. Así y todo, el congreso se desarrolló a la perfección, se cumplieron los objetivos institucionales y se abordaron las cuestiones más acuciantes del quehacer apícola internacional.
En ese contexto fue llamativa la presencia de los principales laboratorios internacionales dedicados a la certificación analítica de las muestras de miel. Estaban todos, desde los más veteranos,
Cord Lullmann y
Kurt-Peter Raezke, hasta los más jóvenes que se han sumado con nuevas tecnologías y protocolos de trabajo. Los temas de las ponencias sobre Pureza y Autenticidad de la miel, lejos de quedar entre las paredes de los auditorios, se potenciaban en las charlas de los pasillos entre analistas profesionales, analistas y compradores y/o exportadores de miel, en la búsqueda del mejor protocolo, la mejor atención, el mejor vínculo para posibles entendimientos operativos o de negocios.
En este número de
Espacio Apícola abordamos ese excitante debate en una serie de resúmenes de alguna de las participaciones englobadas en un artículo sobre este Simposio Mayor dedicado a la Pureza y Autenticidad de la Miel.
Por otra parte, enfocamos una problemática práctica de los criadores de abejas reinas que tiene consecuencias directas en la calidad de abeja que proveen a los apicultores, como lo es, garantizar la variabilidad genética. Además de un trabajo que nos muestra y pone a disposición una técnica para la evaluación de esa variabilidad genética en las Áreas de Congregación de Zánganos, tradujimos y publicamos un artículo sobre otra técnica muy accesible para determinar las subespecies (razas) de abejas que manejamos. Se trata de la técnica de análisis de la forma del ala, que permite inferir qué grado de hibridación y entre qué subespecies se encuentran nuestros propios planteles de colonias de abejas. La técnica nos la enseñó
Tiago Francoy en la
Expo Apícola de Río Cuarto en 2011, la publicamos en el 2009 en
Espacio Apícola 89. Ahora
Leonardo Porrini nos confirma la validez de la misma al determinar las subespecies de abejas presentes en la
Argentina en un trabajo que nos muestra resultados sólidos en todo el país.
Una técnica se puede implementar para evaluar la situación zonal y regional donde estamos trabajando y promover medidas correctivas para erradicar subespecies no deseadas. La otra es una herramienta ya confirmada para mantener y seleccionar las líneas que nos interesa cultivar en nuestros apiarios.
Que tenga unas felices fiestas, una buena cosecha y
¡Disfrute de su Espacio Apícola!
Fernando Luis Esteban
Director