Es el tema central de esta edición de Espacio Apícola y está enfocado a promover la actividad polinizadora de las abejas a través de un servicio profesionalizado que, aumente la calidad y cantidad de semilla de girasol para la producción de aceite y constituya una fuente de néctar abundante para las abejas. El tema guarda íntima relación con los demás trabajos y artículos publicados en esta edición.
Editorial
APUNTEMOS A LA COSECHA
(5 de Noviembre de 2008) Necesitaríamos una revista entera para proyectar el análisis de los posibles pro y los posibles contra de la situación actual de la apicultura en el contexto nacional e internacional pero, más allá de cualquier hipótesis de escenarios posibles... "más vale pájaro en mano que cien volando". Esto es, concentrarnos en lograr la mayor producción que podamos alcanzar en esta temporada, ya que la mayoría de nuestras empresas son familiares y el tiempo que no le dedicamos a las abejas, ¿a qué se lo vamos a dedicar?.
Está visto que ni las hipotecas que sostenían el mercado financiero de los Estados Unidos... ni los bonos de deuda que constituyen los fondos de garantía de alguno de nuestros fideicomisos... son más firmes y confiables que nuestras frágiles colmenas. De allí que, como venimos sosteniendo en nuestras editoriales, en estos tiempos de crisis, el que puede debe aferrarse a las colmenas, confiar en su oficio de apicultores y seguir la ruta que nos marcan las abejas.
Desde esta perspectiva este Espacio Apícola está lleno de propuestas, alternativas y motivaciones para que, además de contar con herramientas prácticas para un mejor desempeño de nuestra actividad, tengamos también recursos para argumentar la defensa del rol de la misma en mesas multisectoriales que, con ocasión de la crisis, es imprescindible que comiencen a constituirse.
El aumento del precio de los agroquímicos, la caída del precio de los granos, la no tan indispensable producción de bio-diesel, la necesidad de generar recursos genuinos pues, de la retención a las exportaciones parece que ya no vamos a poder vivir, deberá desembocar, en el planteo más optimista y menos doloroso, en poner la vista definitivamente en las economías regionales. En este sentido la experiencia que nos aporta Mayda Verde desde Cuba, que no recibe financiamiento alguno desde la caída de la URSS, junto al llamado a recuperar y valorizar nuestra cultura original que nos hace Griselda Jullier, marcan la actitud que debemos tener para defender el lugar de nuestra actividad en armonía con todo el abanico productivo. Feliz y abundante cosecha!.
Fernando Luis Esteban
Director