(Córdoba, 10 de abril de 2010) Según los profesionales de las innumerables instituciones públicas y privadas que intervinieron en la redacción del Proyecto de Ley de Ordenamiento Territorial de la Provincia de Córdoba (COTBN), actualmente en debate,
deberíamos reimplantar el 25% de la superficie de los originales bosques nativos a los efectos de recuperar el equilibrio ambiental, amortiguar convenientemente los perjuicios de los años de sequía, absorber las precipitaciones de los años lluviosos, moderar los efectos de catástrofes, facilitar en los ecosistemas la provisión de un bien tan sensible a la vida humana como el agua, promover la biodiversidad y la pluralidad de fuentes de trabajo como la apicultura.
La superficie originaria de bosque nativo en nuestra provincia alcanzaba algo más de 11 millones de hectáreas. En la actualidad subsisten apenas quinientas mil. Quiere decir que habría que recuperar, re-implantar, poco más de dos millones y medio de hectáreas; obviamente, optimizando el recurso en forma racional y rentable, valorando las especies nativas pero, considerando aspectos productivos como la producción de madera o la fruticultura, entre otras.
Para lograr ello, los que escribieron el Artículo 29 y siguientes, caen en la misma trampa del bicentenario problema del unitarismo Argentino o, algunos se benefician de él. Mientras la provincia cede a la Nación el 35% bruto de la producción de alrededor de siete millones de hectáreas dedicadas sólo al cultivo de soja en Córdoba, la Nación, por la Ley 26331, otorgaría subsidios para amortizar las "áreas recuperadas"... manteniendo la centralización de los recursos y el "padrinazgo" centenario del centralismo porteño, sea del partido político que sea...
El 35% de esas 7 millones de hectáreas de soja equivalen a las dos millones y media de hectáreas de monte que debieramos recuperar. Si sobre el total de área agriculturizada de Córdoba, la Nación no le retuviera derechos de exportación a los agricultores que destinasen un 20% de su superficie a la diversificación productiva orientada hacia la silvicultura, horticultura o fruticultura orgánica; la recuperación del bosque sería rápida, eficaz y sustentable. Sabemos que, con distintos matices, ésta problemática se repite en otras provincias afectadas por monocultivos y abuso de agroquímicos. Lo invitamos en forma personal o a su grupo o asociación de apicultores a pulir y fortalecer ésta propuesta en la próxima Expo Apícola San Francisco. Para ello hemos trabajado en relevar información y argumentos,
¡Disfrute de su Espacio Apícola!
Fernando Luis Esteban
Director