(Espacio Apícola, 28 de septiembre de 2022) El
Pequeño Escarabajo de la Colmena (PEC o SHB, por sus siglas en inglés) fue detectado por primera vez en
Sudamérica hace más de seis años en proximidades de la ciudad de
San Pablo,
Brasil. La autoridad sanitaria de
Brasil demoró más de un año en declarar su presencia ante la
Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA u OIE, por sus siglas en francés). En los primeros años de presencia "oficial" del
PEC en
Brasil se compensó económicamente a los apicultores que debían aplicar el rifle sanitario (quemar las colmenas) por la presencia del coleoptero. Pero una vez suspendida la compensación, se dejaron de declarar los brotes de la plaga y ésta se expandió al menos hacia el oeste llegando el año pasado a cruzar la frontera y ser detectado en
Paraguay. Recientemente también se lo detectó en
Bolivia.
La cronista del programa
La Miel en tu Radio,
Amelia Tor Pisano, entrevistó el sábado pasado a
Paola Boggino del
Servicion Nacional de Calidad y Salud Animal (
SENACSA) del
Paraguay. La ingeniera agrónoma se refirió entonces al plan de vigilancia sobre el
Pequeño Escarabajo de la Colmena que han implementado en
Paraguay.
Específicamente el programa de vigilancia de fronteras está circunscripto a los departamentos de "
Alto Paraguay" y "
Amambai", considerados vulnerables. En dichos departamentos la
SENACSA puso apiarios centinelas, trampas, y brindaron capacitación a los apicultores a los efectos de que éstos puedan reconocer al
Pequeño Escarabajo de la Colmena en caso de que se haga presente en los apiarios comerciales.
Después de la notificación que tuvieron en la localidad de
Pedro Juan Caballero, donde por primera vez se identificó el
PEC en
Paraguay -comenta la agrónoma
Boggino, se hicieron trabajos de vigilancia (monitoreos) en todos los apiarios en un radio de 100 km con el apoyo de la mayoría de los apicultores. Hasta el momento, el apiario reportado en
Pedro Juan Caballero, es el único donde se detectó la presencia del escarabajo y el nivel de parasitosis actual es muy bajo comparado con el brote inicial. Las recomendaciones que brindan a los apicultores es que conozcan sobre la plaga, mantengan colmenas muy fuertes, ya que son las mismas abejas obreras las que defienden su colonia. Además recomiendan al apicultor incorporar como rutina el monitoreo de esta plaga, revisando hasta los rincones en los pisos de las colmenas, las grietas, así como evitar la formación de humedad dentro de la colmena pues, es ésta un factor predisponente para el desarrollo del escarabajo. Las colmenas con más humedad fueron aquellas donde más cantidad de coleópteros pudimos encontrar -afirma
Boggino-. Los apiarios deben estar ubicados en lugares limpios y despejados. El escarabajo prefiere los lugares oscuros y no es afecto al ambiente seco. Finalmente las colmenas deben estar en buenas condiciones para evitar huecos o endiduras donde estos escarabajos se refugian, "
que la única entrada a la colmena sea la piquera".
La mayor información sobre este escarabajo proviene de los
Estados Unidos adonde llegó y se difundió hace muchos años a partir de embarques de fruta provenientes de
Sudáfrica. Uno de sus mayores investigadores ha sido el profesor de la
Universidad de Clemson, en Carolina del Sur, EE.UU.,
Dr. William Michael Hood quien editó y divulgó para todos los
Estados Unidos el "
Manual para un Manejo Integrado de la Plaga del Pequeño Escarabajo de la Colmena". Este manual ha sido traducido y publicado en la revista argentina
Espacio Apícola (
edición 115, marzo 2016) apenas se conoció la presencia del
PEC en
Brasil, estando disponible en castellano para todos los países de
Hispanoamérica.