Revista de Apicultura del Centro del País

(Espacio Apícola, 30 de agosto de 2021) El pasado 7 de agosto entró en vigencia la Resolución 414/2021 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa, Argentina) prohibiendo la importación del Clorpirifós, de DOW Chemical Company, en sus formulaciones como Clorpirifós etil y Clorpirifós metil, a partir del próximo 21 de septiembre y su elaboración y fraccionamiento a partir del 5 de noviembre del corriente año. Quedando definitivamente prohibida su comercialización y uso, en todo el territorio nacional, a partir del 5 de noviembre de 2022.-

La medida fue seguida, días después, por una resolución equivalente prohibiendo el fipronil, tal como lo comunicamos la semana pasada (ver nota).

En un informe previo, elaborado y publicado el 8 de abril pasado por el Centro de Investigaciones en Toxicología Ambiental y Agrobiotecnología del Comahue (CITAAC-UNCo), se declara que: "El clorpirifos es un insecticida no sistémico de amplio espectro, perteneciente a la familia de los organofosforados, que se utiliza para combatir insectos plaga en un amplio rango de cultivos y es, además, utilizado en el control de vectores de enfermedades veterinarias. Es uno de los insecticidas más utilizados aún hoy en el mundo y en nuestro país tiene una vasta aplicación en distintos cultivos extensivos y hortícolas. Actualmente, varios países ya han restringido o prohibido su uso, basados en evidencias de toxicidad humana y ambiental.

Del análisis de la información y las evaluaciones de riesgo, los autores concluyen que, de acuerdo a los niveles de aplicación y las concentraciones ambientales reportadas, los riesgos de la exposición a clorpirifos para nuestro país para la mayoría de los organismos en estudio son inaceptables. Los macroinvertebrados acuáticos, junto con algunos peces, son los más sensibles a sus efectos crónicos. El clorpirifos es el agrotóxico que con mayor frecuencia ha sido reportado en niveles riesgosos en alimentos últimamente, e incluso se lo halla en leche materna. En base a estos antecedentes y a la peligrosidad para la salud humana, en particular por sus efectos nocivos sobre el desarrollo neurológico de los niños, se considera que el uso de este compuesto en el país debe ser restringido. Las alternativas existentes, tanto a nivel de agroquímicos y principios naturales como de prácticas agrícolas superadoras, permiten afirmar que hay una importante variedad de opciones que los profesionales y técnicos disponen para analizar los mejores esquemas terapéuticos, evitando los riesgos que implica el uso actual del clorpirifos."

Ya en 2015 un trabajo interdisciplinario entre profesionales de distintas facultades de la UBA y el CITAAC, de la Universidad del Comahue, habían publicado un preocupante artículo en la revista Acta Toxicológica Argentina titulado "El organofosforado clorpirifos como disruptor estrogénico y factor de riesgo para el cáncer de mama".

En el ámbito apícola existen reportes desde hace más de 25 años referidos al impacto letal del clorpirifós en Apis mellifera y consecuentemente en toda la gama de polinizadores e insectos benéficos, siendo quizá "Abejas y Agrotóxicos" (de Eduardo Martín Rossi y otros, mayo de 2020) el libro con una recopilación exhaustiva de evidencias científicas publicadas sobre este y otros agroquímicos.

ATENCION APICULTORES: Durante este período además es importante tener en cuenta que muchos distribuidores desaprensivos van a querer liquidar el stock a precio de remate y otros usarán indiscriminadamente el mismo, a hurtadillas, en razón de la prohibición imperante.

Nuestra anterior publicación al respecto fue (léala aquí)

Vea también: "PRIMER BARRIDO DE 250 AGROQUIMICOS EN ABEJAS FUMIGADAS DE ARGENTINA" (Facundo Esteban y Fernando Esteban leer aquí: Espacio Apícola 96, marzo de 2011)