(Córdoba, 15 de mayo de 2015) Entramos en la Invernada con mucha humedad ambiente y temperaturas por sobre las medias normales para ésta época. Ya sea por el fenómeno "El Niño" o porque todavía persiste una gran masa de agua que no ha escurrido, después de las inundaciones, no parece que vayamos a tener un invierno largo ni fuerte en casi todo el territorio donde mayoritariamente se desarrolla la apicultura en la Argentina.
Frente a ese panorama y si después de un ciclo seco ahora enfrentamos un ciclo húmedo y templado, el manejo de nuestras colmenas requiere una mayor frecuencia de visita en el período invernal.
Siendo que las temperaturas moderadas inhiben la formación del bolo invernal y la abeja sale en busca de recursos, habrá que estar atentos. El año pasado sucedió algo similar y cronicamos las floraciones extemporáneas en las islas del Paraná precisamente por las condiciones climáticas modificadas por la gran masa de agua que persistía en el Delta superior.
Algo similar ha ocurrido en varias zonas de la planicie todavía fértil, donde algunos colmenares están con entrada tardía, aparentemente por las condiciones de temperatura y humedad reinantes. De lo contrario, será vital abastecer a las colmenas de un jarabe denso, que no estimule innecesariamente la postura y, allí donde el polen escasea, añadir un complemento proteico para el necesario recambio de abeja que estas temperaturas imponen.
Este escenario climático viene modificando la calidad de nuestras mieles, como lo desarrollamos en
Espacio Apícola 108 y también el manejo sanitario. En esta edición, desde la problemática del manejo de la varroa, podremos ver toda nuestra actividad en perspectiva para decidir cómo y cuándo intervenir.
¡Disfrute de su Espacio Apícola!
Fernando Luis Esteban
Director