(Córdoba, 20 de Abril de 2014) Entre las últimas dificultades comerciales que debió afrontar el mercado de la Miel Argentina, se encuentra la restricción al ingreso en Europa de mieles con trazas de polen transgénico. Todo se originó a partir de un fallo tramposo de la Corte Europea, como ya hemos explicado en detalle en ediciones anteriores, el
"caso Bablok".
En la actualidad el tema terminará zanjándose de la forma más lógica; el polen no es un ingrediente, es constituyente de la miel y, además, en su totalidad, está en proporciones inferiores al alcance de la aplicación de un etiquetado específico, según la norma para la Unión Europea de etiquetado de productos que contengan transgénicos.
Pero lo más importante que nos dejó el debate en torno a éste fallo fue, la percepción de la apicultura como un "sistema abierto". Las abejas vuelan y producen interacciones significativas en un entorno de al menos 3 km alrededor de una colmena; y más alrededor de un apiario, pues la población crece y el radio de acción también.
Develar el "riesgo" que implica un sistema abierto, que hace interactuar a un cultivo transgénico con uno orgánico y a ambos con uno convencional, nos hace también valorar la "necesidad" de esas interacciones para lograr el equilibrio. No puede haber apicultura si no hay diversidad de vegetación. No puede haber cultivos si no hay bosques, parques o montes que lo protejan y morigeren los vientos. No puede haber un río en su cauce si no hay un entorno natural que lo contenga. No puede haber un acuífero sin suficiente suelo que infiltre y purifique las aguas de superficie.
El caso Bablok nos puso frente a nuestra responsabilidad, como cuando la partera gritó ¡mujer!, o ¡varón!. La apicultura es un indicador de la vida, donde puede haber apicultura, sin suero ni respirador artificial, hay un entorno favorable para la vida. La abeja es el fusible que se quema cuando el entorno se agota.
La abeja es uno de los mejores instrumentos e indicadores para replantear el modelo productivo agropecuario en la Argentina.
¡Disfrute de su Espacio Apícola!
Fernando Luis Esteban
Director