(Córdoba, 1º de Noviembre de 2010) En gran parte del país la temporada apícola se ha anticipado como pocas veces en los últimos 10 años. Tuvimos el gusto de visitar apicultores del centro norte de la provincia de Santa Fe a fines de Septiembre y verlos salir con sus camionetas cargadas de medias alzas para agregar a las ya colocadas en los apiarios porque la entrada de néctar era muy buena; a fines de octubre ya están cosechando alllí y en algunos otros parajes donde no sólo el monte sino algunas praderas se han anticipado. Si bien la lluvia llegó tarde para el norte argentino, llegó temprano para la zona central y eso, sumado al precio inmejorable del girasol prevé un aumento de área sembrada que esperamos se refleje en abundante aporte para los apicultores que lo puedan aprovechar. Este panorama nos promete un alivio frente a los últimos cinco años de decaimiento que ha sufrido la actividad en todo el país. Este alivio esperamos nos ayude a recomponer el bolsillo, el stock de colmenas y la cadena de comercialización tanto de la miel como de los insumos para la apicultura.
Además de reflejar este buen momento con notas realizadas a nuevas generaciones de apicultores que aparecen y crecen en un escenario muy distinto al que nos vió nacer como revista especializada en el rubro, en esta edición abordamos dos cuestiones referidas a la sanidad de las abejas. Una sugiriendo prácticas apícolas para enfrentar la nueva coyuntura en la que debemos solucionar el problema de la varroa y la otra, un trabajo publicado muy recientemente en Estados Unidos y que es un complemento necesario a la hora de comprender el conjunto de factores que ha contribuído al aumento de la mortandad invernal de nuestras colmenas.
Sostuvimos y sostenemos que el principal problema de la apicultura en la Argentina se centra en el estrechamiento de la oferta floral que, acompañado de una excesiva carga de agroquímicos, debilitan, cuando no matan, nuestras colmenas. El trabajo de
Jerry Bromenshenk que tradujimos casi en su totalidad, pretende explicar las causas del
Síndrome de Despoblamiento de las Colmenas en Estados Unidos y es una importante herramienta quizás para entender lo que le puede pasar a nuestras colmenas agredidas por un ambiente hostil.
¡Disfrute de su Espacio Apícola! y ¡Una abundante cosecha!
Fernando Luis Esteban
Director